El sábado 16 de abril se celebró el Día mundial del Circo, y el domingo estuvimos en la convocatoria masiva que se hizo en el Parque Forestal. Familias completas disfrutaron de este espectáculo, en donde diversos artistas aportaron con lo suyo: se hicieron juegos y diversas competencias de clavas, diábolos y pelotas. Me sorprendí del gran nivel de los participantes, verdaderos talentos jóvenes que andan por ahí y uno sin saber. Los premios corrieron por cuenta de la tienda de circo “Cabeza de Martillo”, y la gran colaboración de un vendedor ambulante quién apoyó con cuchuflí relleno y cuchuflí barquillo. Al rato, no le quedó ninguno.
Muchas veces esta onda circense por ser mayoritariamente callejera, se mira en menos. Los que estuvimos el domingo apreciamos que en realidad, pasa todo lo contrario y eso lo deberían saber los tipos que suben el vidrio del auto, mientras esperan el semáforo, viendo al malabarista hacer su show. El Parque Forestal se lleno nuevamente de más vida de la que tiene, y de más colores que de costumbre. Un verdadero circo para todos y lo mejor, sin animales. Nada nos cuesta entonces apoyar estas iniciativas, bajando el vidrio y aportar generosamente lo que acabamos de ver.
